miércoles, 20 de agosto de 2014

20 de Agosto de 2014

Me he rehusado a escribir, quiero evitar hacerlo porque se que ya no lees, porque sé que aunque hoy hace un año estábamos felices tomando malteada y leyendo poemas, no recordarás nada. Hoy quisiera hacer honor a tu memoria, pero por Dios, este Blog se convirtió en el único canal para hacerte llegar algo, para recordarte que aún estoy acá, amándote, pero no como antes. Ahora te amo libre, te quiero libre, me amo libre. Te amo en un pasado que no es y no será. Entiendo que ya no quieras saber de mi, que no venga con mi mierda a estorbar tu camino, y ha perdido el sentido de escribir acá, bueno...de escribir.

Sin embargo, estúpidamente yo aún te pienso, inevitablemente todos los malditos días, te recuerdo, y no es que me muera por volver, ni por hacerte volver, porque lamentablemente tu no me quieres y nunca lo hiciste, y bueno, yo solo quiero tener a quien querer. No estamos hechos para estar juntos, pero cuanto hubiera dado por que así fuera, y me maldigo, porque la vida es larga y en lo más profundo de mi corazón tengo la esperanza que en algún momento estemos para estar juntos, para amarnos o al menos encontrarnos después de la muerte, y recordar porqué en algún punto decidimos estar juntos, y pasar tan buenos momentos.

Hoy hace un año te miraba y me decía a mi misma, es imposible que yo tenga novio! Que sea tan lindo! Que me toque a mi! Que sea a mi a quien se entrega en las noches! A quien él piensa! Me sentía tan afortunada.... No lograré nada con recordar. Sólo se me oprime el corazón y por mi bien lo mejor es no volver a escribir de ti, ni a ti, ni de nosotros. Año y medio. Año y medio que llevo viviendo una fantasía. No vale despedirme, porque hace rato no nos saludamos. Un abrazo gigante, y muchísima mierda en tu vida.

Lola

Cada vez que alguien muere

Cada vez que alguien muere
por supuesto alguien a quien quiero
siento que mi padre vuelve a morir
será porque cada dolor flamante
tiene la marca de un dolor antiguo

por ejemplo este día en que ningún árbol
está de verde y no oigo los latidos
de la memoria constelada
y un solo perro aúlla por las dudas
vuelve a meterme en aquel otro
interminable en que mi padre
se fue mudando lentamente
de buen viejo en poca cosa
de poca cosa en queja inmóvil
de queja inmóvil en despojo

Mario Benedetti

Teoría de conjuntos

Cada cuerpo tiene
su armonía y
su desarmonía.

En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa.

En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.

Mario Benedetti

jueves, 14 de agosto de 2014

Un maldito día más!

Y ahora estoy perdiendo el maldito sentido que le encontraba a las palabras, ahora donde no tengo la posibilidad de regresar a esa época de mi vida, en la que en algún momento le encontraba sentido hasta a sonreír, es ahora donde me abandono al placentero derecho de dormir, de cerrar los ojos y creer que en algún universo paralelo he sido feliz, y es triste tener que despertarme agotada, con las ojeras puestas, con la cabeza revuelta, a enfrentarme a un mundo en el que todo es salvaje, la ciudad en la que vivo es una selva, y lo único que diferencia a los seres humanos de los animales es su maldita necesidad de cubrirse de trapos que consideran el reflejo de su personalidad, su necesidad de distinguirse y su pajazo mental de ser únicos e irreemplazables. Si, me levanto todas las mañanas con las ganas de haber muerto esa noche, de dejar este cuerpo insano que me obliga a comer, que me obliga a ir al baño, hasta me obliga a sufrir.

martes, 15 de julio de 2014

Ausencia

A esa época de mi vida la llamaré ausencia, una falta de mi misma, y de todo lo que me hacía feliz, aunque a esas alturas nunca supe descifrar que me hacía feliz. Solo buscaba situaciones que me hicieran sentir algo, lo que fuera, no importaba si sufría o reía, lo importante era sentirme viva. Me encontré a mi misma en lugares inexplicables con personas desconocidas, en situaciones bizarras. De un momento a otro hacía citas a ciegas, o me encontraba caminando sola por la autopista, podía dormir medio día, o sencillamente llamar a aquel a quien tanto odié para que me hiciera compañía en la noche.

Sólo estaba desesperada por llenar ese vacío existencial, quería mantenerme ocupada, no quería recordar que todas las mañanas hacia un esfuerzo sobrehumano por levantarme de la cama. Era ver mi vida desde lejos, era ver la manera tan rutinaria con la que yo existía. Mi alma estaba ausente; solo me importaba llegar a casa y dormir, y volver a la rutina de siempre.

Hasta el sufrimiento y el dolor que tanto me habían abrumado, se habían convertido en costumbre, porque de hecho ya todo había perdido importancia para mi, un amanecer, o un cigarrillo, daba lo mismo. Al final del día nada cambiaba, todo permanecía constante. Hasta ese desamor que tantas lágrimas me había sacado era un recuerdo que se lo estaba llevando el viento; veía a ese hombre a quien tanto había querido, y lo único que podía sentir era lástima.

miércoles, 9 de julio de 2014

Memoria del pasado

Escribo sentada en el comedor, realmente no entiendo porque se me es imposible dormir con el. Lo quiero, lo aprecio, pero es como si el dormir fuera sagrado para mi cuerpo, para entregarlo tan fácilmente. Nos une, la misma razón que me ha unido a todos los hombres de mi vida, el sentimiento de soledad. Quizás el busca compañía en mí, aceptación, un refugio a su infierno andante; yo busco en el, de alguna manera olvidar las sombras de mis anteriores vidas, quitarme de la piel la memoria de sus huellas, las del otro, las del amor furtivo y perdido. El ha encontrado en mí un objeto para amar, sabe que me puede manejar, me puede llevar a donde quiera, le sigo en sus locuras y aún en mis ojos encuentra un destello de ilusión, a pesar de que a mi alma le pesa el existir.
Sí, es un buen hombre, con muchos defectos, especialmente con un corazón temoroso a ser herido; pero fue la salvación al pozo al que se estaba conduciendo mi vida, y por eso, más que por otra cosa, aún accedo a verlo, accedo a abrazarlo, lo rodeo con mis brazos y le hago sentir que la vida vale la pena, que amar no es pecado; aunque sé que eventualmente la oscuridad de mi alma abarcara todo mi ser y me será imposible esconder este sentimiento de tristeza y ahogo. Mientras llega ese momento, solo quiero correr a su lado, reírnos de bobadas, pelearnos por tontadas, permanecer despiertos hasta altas horas de la noche sacándonos de la cama, disfrutar de manera ausente unos recuerdos que buscan reemplazar de manera inútil esos, que tantos insomnios me han causado.
Pretendo en medio de todo creer que podré reemplazar la memoria del ausente con el del presente, creer que no serán los únicos recuerdos de mi vida, y que podre compartir con mas personas esos momentos que yo creía especiales. Escribiendo esto, se ha despertado y me ha llamado a dormir en su regazo, no puedo rechazarlo pues heriría su orgullo, me limitare a abrazarlo en la oscuridad, y a esperar que en algún punto pueda quitarme el insomnio que me impide olvidar la memoria del pasado.

Lola Alvarez 

lunes, 7 de julio de 2014

Dime

Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Pausa

De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

Mario Benedetti

El clamor

Alguna vez, andando por la vida,
por piedad, por amor,
como se da una fuente, sin reservas,
yo di mi corazón.

Y dije al que pasaba, sin malicia,
y quizá con fervor:
-Obedezco a la ley que nos gobierna:
He dado el corazón.

martes, 1 de julio de 2014

Mis amores

En mi vida han existido todo tipo de amores, la mayoría fugaces, que realmente ni a amores llegan; de hecho solo a uno lo puedo contar como historia de ¿amor? No, definitivamente eso no era una de esas historias, fue más bien, un cuento, un relato, una película, material para libro? No sé, pero pocas veces en la vida me he arrepentido de actuar de una manera específica. Hago lo que quiero, digo lo que se me viene a la cabeza, actúo de manera manipuladora para que las personas hagan lo que yo quiera, y bueno si, soy una niña grande, con grandes caprichos, y gigantescas ambiciones. 

Hace poco, conocí a alguien, alguien que sin duda alguna se parecía de una manera muy peculiar a mi; definitivamente, en este mundo no me había sentido tan parecida a alguien. Con el tiempo me di cuenta que definitivamente, aunque la vida me ponga en este preciso momento al amor de mi vida, yo lo espantaría como lo hago con todos los hombres; no me interesa crear una conexión profunda, simplemente es un efecto placebo, salir con hombres, crear ilusiones, y destrozarlas con la misma rapidez. Es sentir por un pequeño momento que ha durado máximo un mes, la adrenalina de probar a los hombres, mirar cuánto pueden durar aguantando a esta mujer cascarrabias, terca y fastidiosa, es una competencia contra mi misma, es conseguir sacarlos de sus casillas en el mínimo tiempo posible. Siempre lo consigo, soy experta en eso, como alguien me lo repitió muchas veces. El fin? No se, quizás conseguir un record en el menor tiempo de espantar a un hombre, o quizás me divierto mostrándome dulce y comprensiva al principio para después sacar las garras y conseguir que nunca me olviden.

jueves, 26 de junio de 2014

¡TU! ¡Voyerista!

Fuiste el voyerista más grande de mi sufrimiento, ahora que lo pienso, debí guardar mis letras para mi, pero no lo hice, lo expuse, y bueno... un poco tarde pero me di cuenta que mientras yo mas me hundía tu te subías, te sentías en el pedestal en el que te puse, me pisaste para estar alto. No lo había pensado bien, pero ahora lo veo claro. Fuiste el mas grande voyerista de mi tristeza y te divertiste, te sentías con el poder de decidir sobre la vida de una persona....pero cariño, hasta el más bobo se cansa de ser burlado.

Hasta nunca.

Lola

jueves, 19 de junio de 2014

Cerrar con llave

A veces es necesario finalizar una etapa de tu vida que solo te ha traído dolores de cabeza, es necesario, cerrar heridas que reabriste para dejar volver a entrar a alguien a tu vida. Cometer los mismos errores cometidos, y aun así querer enceguecerse para no sufrir tanto; lamentablemente, aunque así no lo quiera, ya no hay venda, ya todo lo que sucede se ve como es, sin adornos y ese es el impulso necesario para terminar algo que predeciblemente terminaría mal. Si, he perdido de nuevo, si, me ha dolido otra vez, pero tengo la conciencia tranquila, tengo la certeza que ha sido la mejor decisión que he tomado en dos años, no me he sentido tan refrescada, tan libre, en mucho tiempo. Espero tener la fuerza necesaria para no volver a abrir ese pequeño cuarto que guarda cada uno de lo recuerdos, que podrían doler demasiado. Sé que esta ahí, sé que le debo mucho a el, pero merezco mucho más que un pequeño cuarto, oscuro, lleno de moho, sin ventanas donde el único rayo de luz es aquel que desprende una pequeña vela, con una luz singular pero muy poco perceptible, tengo que abrir más puertas, empezar nuevos ciclos, mirar adelante y confiar en el porvenir.

Fragmento "La mujer rota"

24 de marzo

Listo. Colette y Jean-Pierre me esperaban. Cené en casa de ellos. Me han acompañado hasta aquí. La ventana estaba negra; siempre estará negra. Subimos la escalera, ellos dejaron las valijas en el living. No quise que Colette se quedara a dormir: tendré que acostumbrarme. Me senté delante de la mesa. Estoy sentada. Y miro esas dos puertas: el escritorio de Maurice; nuestra habitación. Cerradas. Una puerta cerrada, algo que acecha detrás. No se abrirá si yo no me muevo; jamás. Detener el tiempo y la vida. 

jueves, 12 de junio de 2014

Me vendo al mejor postor

Es algo extraño venderse, porque normalmente lo tomamos de manera sexual, y es evidente que aquí no lo estoy haciendo así. Sólo busco el mejor postor que a cambio de la más grata compañía, le ofrezco lo que a continuación describiré, pero primero nombraré las contra indicaciones que conmigo se lleva.

1. Si, definitivamente soy escandalosa, soy algo ridícula, y bastante temperamental. Tengo ciertas manías inexplicables y extrañas, no puedo sentir la crema en mi piel, detesto sentirme sudada o untada, no me cojo de los buses o evito hacerlo hasta el último momento. Me deprimen los días grises. Puedo tener muchos cambios de humor en el día. Basta una canción movida para subirme el ánimo. Converso constantemente conmigo misma y me río de mi. Me gustan las historias con final feliz a pesar de ser pesimista y saber que la vida es lo más triste que pueda existir y los finales felices nunca existen. Soy sobreviviente del amor, me han roto tantas veces, que lo último que deseo es un engaño. No acepto las mentiras, pero soy humana y he mentido, así que intento ser comprensiva. En algunos momentos de desesperación soy inescrupulosa. Como mujer mortal soy egoísta, especialmente por ser cuasi hija única. Soy franca, sincera, cruel, sarcástica, ilógica, aprovechada, gritona, fastidiosa. Me río de las personas, y me parece magnifica la manera en que funciona la vida, el karma y sus ironías. Soy sensible y no soporto la frialdad a pesar de intentar ser distante. Soy especialista en sacarle el mal genio a las personas, hasta que no lo logro no quedo feliz y no me calmo. Canto en voz alta cuando camino y no es raro verme simulando bailar cuando voy escuchando música. A veces amanezco con la simple necesidad de pelear, llamada malparidez existencial. Estoy fascinada de una extraña manera con la luna. Creo en la reencarnación, en el horóscopo, en el tarot, en los ángeles y en Dios. No sé cocinar, no entiendo de fútbol, y soy celosa desde un límite.Complicada pero práctica, no me quiere me voy, no me habla me voy, extremista hasta el fin de mis días.

miércoles, 4 de junio de 2014

¿Has estado alguna vez enamorado?

¿Has estado alguna vez enamorado?
Es horrible, ¿verdad?, te hace tan vulnerable.

Abre tu pecho y abre tu corazón
y significa que alguien puede meterse
dentro de ti y echarte a perder.

Construyes todas esas defensas,
te fabricas toda una armadura para que
nada te pueda hacer daño,
y entonces una persona estúpida,
que no es diferente de cualquier
otra persona estúpida, entra como si tal
cosa en tu estúpida vida...

Les das un trozo de ti.
Ellos no lo pidieron.
Hicieron algo estúpido un día,
como besarte o sonreírte,
y entonces tu vida deja de ser tuya.

El amor toma rehenes.
Se mete dentro de ti.
Se alimenta de ti y te deja llorando en la oscuridad,
una frase tan simple como "quizá
deberíamos ser sólo amigos"
se convierte en un trozo de cristal
introduciéndose en tu corazón.

Duele. No sólo en la imaginación.
No sólo en la mente.
Es un dolor en el alma, un verdadero
“se mete dentro de ti y te destroza” dolor. 
Odio el amor.

Neil Gaiman.

martes, 3 de junio de 2014

Yo ya no lo hago

No estoy enfadada contigo
no estoy triste ni decepcionada
no siento aquel vacío que sentía
porque sencillamente deje de sentir

Deje de volar contando mariposas
deje de creer en lo cuentos
los sueños se esfumaron de mi almohada
y el amor....del amor ya no queda nada

Olvide cuantas veces contamos
las monedas para un café
olvide los sueños
que plasmamos en un papel

Perdí el sabor del helado
que aquella tarde yo me regué
y tu sin piedad alguna
disfrutaste de mi fracaso

Me sequé las lágrimas
que se me escaparon a tu lado
de alegría
               y de tristeza

Deje de perseguir un mundo
tan ideal y tan utópico
tan perfectamente irónico
simple e ilógico

No te culpo
no me culpes
no me ames
                 yo ya no lo hago

Lola

lunes, 2 de junio de 2014

No! No de nuevo!

Creí haber encontrado el camino, creí tener las respuestas de todo, y ahora vuelvo a sentirme perdida, el miedo me ahoga y me embriaga, como acaso puedo pretender que seguí adelante, si realmente sigo temblando, sigo soñando en castillos inexistentes, sigo creyendo que la vida tiene sentido, a pesar de todo. He vuelto atrás, he retrocedido y ahora mis costillas se ensanchan sin razón alguna, sin motivo que me permita volver a ser feliz. Maldita sea! Volví a ser la niña enamorada de algo que no existe. Me rehúso a aferrarme a alguien que puede volverme de nuevo ingenua y niña, ya avancé, ya logré que la vida se rindiera conmigo y me dejara seguir adelante sin tener que estar patéandome constantemente. Lo siento, pero esta vez ganará la seguridad, y no la posibilidad de encontrar algo mejor, que eventualmente terminaran arrebatándome de las manos. 

Lola Álvarez

La cuerda cortada


La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar, pero
está cortada.

Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste no
volverás a encontrarme.

Bertolt Brecht

jueves, 29 de mayo de 2014

La inmolación por la belleza

El erizo era feo y lo sabía. Por eso vivía en sitios apartados, en matorrales sombríos, sin hablar con nadie, siempre solitario y taciturno, siempre triste, él, que en realidad tenía un carácter alegre y gustaba de la compañía de los demás. Sólo se atrevía a salir a altas horas de la noche y, si entonces oía pasos, rápidamente erizaba sus púas y se convertía en una bola para ocultar su rubor.
Una vez alguien encontró una esfera híspida, ese tremendo alfiletero. En lugar de rociarlo con agua o arrojarle humo -como aconsejan los libros de zoología-, tomó una sarta de perlas, un racimo de uvas de cristal, piedras preciosas, o quizá falsas, cascabeles, dos o tres lentejuelas, varias luciérnagas, un dije de oro, flores de nácar y de terciopelo, mariposas artificiales, un coral, una pluma y un botón, y los fue enhebrando en cada una de las agujas del erizo, hasta transformar a aquella criatura desagradable en un animal fabuloso.

Todos acudieron a contemplarlo. Según quién lo mirase, semejaba la corona de un emperador bizantino, un fragmento de la cola del Pájaro Roc o, si las luciérnagas se encendían, el fanal de una góndola empavesada para la fiesta del Bucentauro, o, si lo miraba algún envidioso, un bufón.

El erizo escuchaba las voces, las exclamaciones, los aplausos, y lloraba de felicidad. Pero no se atrevía a moverse por temor de que se le desprendiera aquel ropaje miliunanochesco. Así permaneció durante todo el verano. Cuando llegaron los primeros fríos, había muerto de hambre y de sed. Pero seguía hermoso.

Marco Denevi

martes, 20 de mayo de 2014

No me vengas con eso...

Yo que iba tan tranquilo acercándome al final de mi vida terrenal, de repente dudo y vacilo ¿Es verdad que no hay vacilo para el alma?¿Que morir es dejar de existir? ¿Que la fugaz existencia no tiene la trascendencia que me dejaron intuir?. ¡No! Eso no por favor! Yo con mi libre albedrío me atrevo a decir: Dios mío, que a deber un error, y perdóname señor si con esto te incomodo. Sin embargo de algún modo te lo tengo que decir, no me vayas a salir con que aquí se acaba todo…

Casa tomada

Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.

Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.

Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.

lunes, 19 de mayo de 2014

Viceversa

Tengo miedo de verte 
necesidad de verte 
esperanza de verte 
desazones de verte
tengo ganas de hallarte 
preocupación de hallarte 
certidumbre de hallarte 
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte 
alegría de oírte 
buena suerte de oírte 
y temores de oírte

jueves, 15 de mayo de 2014

Que extraño...

Es extraño darse cuenta que por lo que tanto sufriste no vale nada y fue todo una estupidez. Ver que realmente dolió pero no fue suficiente para dejarte estancada. Saber que podrías haberte mejorado al día siguiente. Las verdaderas historias de amor, que son todo felicidad, que realmente llenan de amor la existencia, son las difíciles de olvidar. Es extraño ver a otros perdidamente enamorados o en completa tusa, pero ver que ese sentimiento parece tan real, parece que si los estuvieran matando, o les estuvieran dando vida. Creo que nunca me vi de ninguna manera. Eso es lo raro, darme cuenta que realmente no sufrí, porque el sentimiento no era tan fuerte, pues como dice una frase alguna vez dicha por Mario Benedetti,"y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor". Por eso creo que no fue tan profundo este dolor.Que extraño ver a los demás enamorados de un ausente, de una historia del pasado, que extraña sensación saber que nunca lo he vivido.

He vivido en búsqueda de ese lazo indestructible con alguien, esa necesidad mutua, ya sea de amor o de sufrimiento. Aunque una parte de mi cree que la vivió, no fue suficiente, el amor no fue suficiente, el dolor no fue suficiente, finalmente fue toda una escena en la que me enmascaré.

Lola Alvarez

Continuidad de los parques

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

Julio Cortázar

lunes, 12 de mayo de 2014

One Art

El arte de perder se domina fácilmente;
tantas cosas parecen decididas a extraviarse
que su pérdida no es ningún desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la angustia
de las llaves perdidas, de las horas derrochadas en vano.
El arte de perder se domina fácilmente.

Después entrénate en perder más lejos, en perder más rápido:
lugares y nombres, los sitios a los que pensabas viajar.
Ninguna de esas pérdidas ocasionará el desastre.

Perdí el reloj de mi madre. Y mira, se me fue
la última o la penúltima de mis tres casas amadas.
El arte de perder se domina fácilmente.

Perdí dos ciudades, dos hermosas ciudades. Y aun más:
algunos reinos que tenía, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.

Incluso al perderte (la voz bromista, el gesto
que amo) no habré mentido. Es indudable
que el arte de perder se domina fácilmente,
así parezca (¡escríbelo!) un desastre.

The art of losing isn't hard to master; 
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster,

sábado, 10 de mayo de 2014

Adelante

 Dime, como se siente que la persona a quien tanto has querido y en quien has puesto tu esperanza, se despida, te de la espalda y se vaya? No crees que es como si todo se te viniera encima? Como si te oprimieran el pecho y te apretujaran el corazón? Ves lo que sentí? Ahora que tu lo sientes y tienes ganas de escapar del mundo, cerrar las persianas y ahogarte entre recuerdos, puedes entender esa maldita desolación que sentí cuando tu te marchaste. Tuviste que vivirlo en carne propia para entender el daño que me habías hecho. Lo siento mucho por ti, pues se que no ves salida, así estuve yo. Pero no te preocupes eventualmente el dolor se hará constante y aceptable, ya no será tan trágico; simplemente dolerá recordar, y te darás cuenta que lo mejor es dejar de pensar y dejar de preguntarte porque no estaban hechos para estar juntos... debes aceptar el hecho que mendigar amor no es justo, y que alguien iluso en un futuro, cuando tu ya estés dispuesto, te dará amor y tu no lo recibirás, y el círculo que acaba de culminar se repetirá.
Mi propósito no es burlarme ni nada, mi único propósito con este texto, que estoy segura que leerás, es darte a entender que el mundo no se ha acabado, que todavía hay esperanza y que finalmente todo saldrá bien. Recuerda si las cosas no están bien no te preocupes que no es el final. No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Y aunque sé que mi apoyo poco te apoya, porque estoy lejos y realmente prefiero mantenerme en este radio, intentaré mandarte la energía suficiente para que salgas adelante; yo lo hice, sin tu ayuda, pero no mezquinaré tus acciones, definitivamente somos demasiado diferentes. Adelante.

Lola Alvarez

El despertar

Señor 
La jaula se ha vuelto pájaro 
y se ha volado 
y mi corazón está loco 
porque aúlla a la muerte 
y sonríe detrás del viento 
a mis delirios 

Qué haré con el miedo 
Qué haré con el miedo 

Ya no baila la luz en mi sonrisa 
ni las estaciones queman palomas en mis ideas 
Mis manos se han desnudado 
y se han ido donde la muerte 
enseña a vivir a los muertos 

Señor 
El aire me castiga el ser 
Detrás del aire hay mounstros 
que beben de mi sangre 

Es el desastre 
Es la hora del vacío no vacío 
Es el instante de poner cerrojo a los labios 
oír a los condenados gritar 
contemplar a cada uno de mis nombres 
ahorcados en la nada. 

Señor 
Tengo veinte años 
También mis ojos tienen veinte años 
y sin embargo no dicen nada 

Señor 
He consumado mi vida en un instante 
La última inocencia estalló 
Ahora es nunca o jamás 
o simplemente fue 

¿Còmo no me suicido frente a un espejo 
y desaparezco para reaparecer en el mar 
donde un gran barco me esperaría 
con las luces encendidas? 

¿Cómo no me extraigo las venas 
y hago con ellas una escala 
para huir al otro lado de la noche? 

El principio ha dado a luz el final 
Todo continuará igual 
Las sonrisas gastadas 
El interés interesado 
Las preguntas de piedra en piedra 
Las gesticulaciones que remedan amor 
Todo continuará igual 

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo 
porque aún no les enseñaron 
que ya es demasiado tarde 

Señor 
Arroja los féretros de mi sangre 

Recuerdo mi niñez 
cuando yo era una anciana 
Las flores morían en mis manos 
porque la danza salvaje de la alegría 
les destruía el corazón 

Recuerdo las negras mañanas de sol 
cuando era niña 
es decir ayer 
es decir hace siglos 

Señor 
La jaula se ha vuelto pájaro 
y ha devorado mis esperanzas 

Señor 
La jaula se ha vuelto pájaro 
Qué haré con el miedo 

a León Postrov

Alejandra Pizarnik

viernes, 9 de mayo de 2014

En resumen...

En resumen: a penas te des cuenta que no eres inmortal en este tierra ama profundamente a esa persona que logra hacerte feliz con cualquier tontería, y a penas la veas otra vez dile: "Te apuesto un beso a que vas a querer otro. Vamos a enamorarnos...yo invito"

miércoles, 7 de mayo de 2014

El drama del desencantado

...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

Gabriel García Márquez

lunes, 5 de mayo de 2014

La razón para no volver a escribir

Que fácil fue para ti, arrancarme de tu piel, y desplazar tu amor a otro cuerpo, a otra alma,
quizás nunca me perteneció, ese, tu amor, ese que mendigue por tanto tiempo,
esperando con el corazón en la mano, que aceptaras el intercambio
me dieras tu corazón a cambio del mio,
eso no sucedió, y me dejaste con la mano estirada.

Aún pregunto que fue lo que te unió tanto a mi,
tal vez me parezco a alguno de tus anteriores amores,
quizás creíste que borraría de tu alma tanto dolor,
pero no calculaste tu miedo, tu vida.

No hubo razones para seguir como estábamos,
y entiendo el final, pero no el comienzo ni el durante,
porque todo en mi era real, todo lo que te entregué era genuino,
era tan verdadero, estaba tan desnuda,
solo quería recibir de ti un poco de compañía, eso era todo,
pretendiste tan bien.

miércoles, 30 de abril de 2014

One miracle in a rainy afternoon... Part I

No se que ha pasado en los últimos meses. Creo que he borrado, inconscientemente todo registro del último año de mi vida. De alguna manera he llegado a un punto de mi camino, en el que estoy perdida en un parque, sin pasado ni futuro, sin ir ni venir, solo con un leve recuerdo de un pasado imperdonable. Sé, a ciencia cierta, que definitivamente ya no soy quien era antes, sé que la vida me ha golpeado de tal manera que es difícil volver a sonreír. El viento trae recuerdos y con ellos sentimientos, el sol incandescente me imposibilita la vista, y cierro los ojos. Me transporto inmediatamente a mi niñez, a esa felicidad que me invadía escuchar el timbre del citofono, esa cita tan esperada llegaba por mi. Corría sin medida, sin pensar en las consecuencias, sin pensar que podría tropezar y saltar por la ventana, solo corría escaleras abajo, con el corazón a mil por segundo, era más ansioso el momento desde que llegaba, que toda la espera anterior, solo quería correr más rápido para llegar a su presencia, lanzarme a sus brazos y volar; eso para mi era lo único que significaba la felicidad, ese sentimiento de grandeza al ver sus ojos verdes, que con autoridad me inspiraban amor y compincheria, ese hombre a quien tanto amé, era mi más grande felicidad; desde que volvía a partir, contaba los días para su próxima visita. De repente el sonido de las llantas de un carro me traen a la realidad, aún me recorre la sensación de felicidad al abrir los ojos, siento el vacío de esa ausencia que me ha marcado de por vida.

Quizás su ausencia me marco la existencia por completo, y a lo largo de mi vida solo he buscado ese afecto que tanto me negaron. Ahora sentada acá, recuerdo perfectamente como si fuera ayer, cada una de las noches que me acostaba llorando por la falta de atención que recibía de los diferentes niños que me gustaban, porque no me conformaba con enamorarme de uno no más, tenía que tener opciones, que lamentablemente todas fracasaban. Sí, realmente fue una infancia difícil, pero no por eso en la vida me he hecho la víctima ante los demás, antes, intenté alzar la cabeza, pareciendo fuerte e invencible, aunque en el interior me sintiera como una triste mosca cegada por la luz de una lámpara, completamente insignificante.

Se vienen recuerdos en ráfaga, y de nuevo es como si volara sobre mi subconsciente, y desde un plano lejano alcanzo a percibir una discusión entre un par de jóvenes, el esta negando y agitando sus manos, la grita y le da la espalda, inmediatamente el panorama se torna gris. Sus ojos vidriosos, los de ella, lo ven marchar en medio de la noche, con el corazón en la mano, lo ve subirse a un taxi y se pierde en la ciudad. Era yo, la primera vez que me rompieron el corazón, mi pecho se oprime y se me dificulta respirar, abro los ojos, y recuerdo que estoy en el parque, ahora se escondió el sol detrás de un nubarrón, se me sube un nudo a la garganta que retiene las ganas de llorar. Llevo mucho tiempo guardando lágrimas que de golpe se vienen a acongojarme la existencia.

Sin orden ni sentido, llega a mi el aroma del café, voces masculinas, veo hombres mayores vestidos de corbata, de frente lo veo a el, lo recuerdo tan perfectamente, su cicatriz en la nariz, sus pequeños crespos, su tez blanca como la nieve, su apariencia languirucha, mientras lo escucho vehemente me sonríe, sabe que por más que me hable, poca o nula atención le prestaré, como siempre, vivo pensando en otra cosa (si hubiera sabido que era en lo único que pensaba), que sonrisa aquella que me regalaba, su manos firmes y grandes, esos sueños que en servilletas de cafetería del centro me plasmaba, nuestras filosofías que sin duda cambiarían el rumbo del mundo; si, definitivamente en esas tardes de café había encontrado el placer en la felicidad de estar solo con esa persona que te hace sentir tan bien.

martes, 29 de abril de 2014

8 de Marzo de 1960

Si pudiera tomar nota de mí misma todos los días sería una manera de no perderme, de enlazarme, porque es indudable que me huyo, no me escucho, me odio y si pudiera divorciar¬me de mí no lo dudaría y me iría.
El más grande misterio de mi vida es éste: ¿por qué no me suicido? En vano alegar mi pereza, mi miedo, mi olvido (se olvida de suicidarse). Tal vez por eso siento, de noche, cada noche, que me he olvidado de hacer algo, sin darme bien cuenta de qué. Cada noche me olvido de suicidarme.
Y ahora es de día y cómo voy a matarme si tengo que ir a la oficina y pensar en tantas cosas que me son ajenas como si yo fuera un perro. Hablando de perros nadie más canina que yo en las reuniones sociales. Ayer por ejemplo en lo de F. Cuando se hablaba de América y de los orígenes y de tantas curiosidades metafísicas y antropológicas... Pero yo estaba ferozmente contenta pues me di cuenta que tampoco ellos sabían nada y tal vez ahora sí se me va a ir mi hábito infantil de creer que los otros saben sobre la muerte y sobre tantas cosas que a mí sólo me dan terror y asombro.

Alejandra Pizarnik

Again...

No logro entender este maldito juego. No veo final, no veo meta alguna, lo único que sé es que siempre de alguna maldita manera salgo perdiendo yo. Tienes esa habilidad de hacerme daño como nadie más puede. Realmente sólo quiero descansar de esta maldita pena que cargo desde el momento en que te conocí. Lo siento, te quiero tanto, pero tu nunca podrás pensar en alguien más que en ti mismo, además, de qué me sirve querer tanto a alguien, que ama a alguien más. Sinceramente este es el mayor suplicio. Mientes, y mientes tan bien. Vienes, y lo que había logrado en seis arduos meses de largas noches, lo destrozas. No te importo, nunca lo he hecho. Soy para ti, nada más que aquella que siempre está ahí. La pinche estúpida niña a quien lamentablemente te encontraste en una época solitaria de tu vida. No te hecho nada. Sólo quiero ser feliz, y sé que no te importa, pero por favor, sino vas a volver a mi, lárgate, lejos, muy lejos de mi alcance.
Ve, sé feliz y a mi déjame. No es por nada, pero en serio, déjame ir. Alguien en algún lugar valorará este cariño que busca dueño. Gracias por la comprensión.

Lola

Carta de Frida a Diego

Sr. mío Don Diego:

Escribo esto desde el cuarto de un hospital y en la antesala del quirófano. Intentan apresurarme pero yo estoy resuelta a terminar ésta carta, no quiero dejar nada a medias y menos ahora que sé lo que planean, quieren herirme el orgullo cortándome una pata… Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví. 
No me aterra el dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente a mi ser, aunque sí te confieso que sufrí, y sufrí mucho, la vez, todas las veces que me pusiste el cuerno…no sólo con mi hermana sino con otras tantas mujeres…¿Cómo cayeron en tus enredos? Tú piensas que me encabroné por lo de Cristina pero hoy he de confesarte que no fue por ella, fue por ti y por mi, primero por mi porque nunca he podido entender ¿qué buscabas, qué buscas, qué te dan y qué te dieron ellas que yo no te di? Por que no nos hagamos pendejos Diego, yo todo lo humanamente posible te lo di y lo sabemos, ahora bien, cómo carajos le haces para conquistar a tanta mujer si estás tan feo hijo de la chingada… 

Bueno el motivo de esta carta no es para reprocharte más de lo que ya nos hemos reprochado en esta y quién sabe cuántas pinches vidas más, es sólo que van a cortarme una pierna (al fin se salió con la suya la condenada)… Te dije que yo ya me hacía incompleta de tiempo atrás, pero ¿qué puta necesidad de que la gente lo supiera? Y ahora ya ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, de ti… Por eso antes que te vayan con el chisme te lo digo yo “personalmente”, disculpa que no me pare en tu casa para decírtelo de frente pero en éstas instancias y condiciones ya no me han dejado salir de la habitación ni para ir al baño. No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te “amputo” te mi, sé feliz y no me busques jamás. No quiero volver a saber de ti ni que tú sepas de mí, si de algo quiero tener el gusto antes de morir es de no volver a ver tu horrible y bastarda cara de malnacido rondar por mi jardín. 
Es todo, ya puedo ir tranquila a que me mochen en paz.

Se despide quien le ama con vehemente locura,

Su Frida

domingo, 27 de abril de 2014

Cuánto desearía que fuera verdad

Vino a mi, buscando un refugio a su infierno, creyendo que yo como ángel salvador lo libraría de las garras de su presente. Vino de nuevo a mi, como el asesino vuelve al lugar del crimen, buscando una pizca de mi amor que lo acogiera en su desolada existencia. Cuando vino, lo hizo porque a donde quería dirigirse no podía, y el lugar más cercano donde sabía encontraría un apoyo era conmigo, su fiel escritora. Lamentablemente se auto convenció que era este el lugar para buscar lo que se le había perdido. 

Llegó sin excusas, y sin saber realmente que decir, esperaba que con unas pocas palabras me lanzara a sus brazos y le dijera lo mucho que lo había extrañado, no lo niego, lo pensé, pero recordé cada uno de los errores cometidos, recordé toda nuestra relación, y realmente ya no había más por vivir, fuimos todo lo que pudimos ser, e intentarlo es volver a cometer los mismos errores. No entendí sus razones ni excusas, solo sabía que lo tenía ahí, a mi lado, como tanto lo había pedido, y ahora que lo tenía, una frase vino a mi cabeza sin ser llamada, "demasiado tarde". Si, ya era demasiado tarde para este encuentro, pues ese sentimiento de nostalgia y desolación que me laceraba la conciencia ya no era, pues no existía en mi sistema.

Vino con la excusa de que yo había sido algo único en su vida, y mucha más palabrería que sinceramente no recuerdo, porque una parte de mi sabe que no era yo la inspiración de esas palabras, la otra parte de mi ser tenía la fe de que sus palabras fueran verdad, realmente nunca lo sabré pero sé que siempre existirá la incertidumbre de si sus palabras eran reales, aunque tengo la certeza que aquel discurso iba dirigido a alguien más. Con la sinceridad del caso y aferrándome al sufrimiento que me causó, con un sutil y prudente "hay que seguir adelante" dejé a entender que de alguna manera el lugar donde me dejo la última vez no es el mismo donde me encuentro ahora.  

Finalmente lo vi marcharse, cabizbajo y encorvado, como nunca lo había visto irse, pues siempre tenía su frente en alto, y su espalda erguida. Quizás eran los tragos, o era el mundo que le pesaba a cuestas, realmente no sé, pero revolvió mi alma, y me recordó que más de una vez yo partí así, con una nube de tormentas que rasgaba mi existencia; ahora era el, aquel que causó más de una vez estás tormentas, quien se marchaba con un rasgo de soledad. Lo quise detener, pero entendí que era el final de una etapa, que lo había perdido muchas veces pero esta era la última, pues se llevó consigo su presencia ausente en mi vida, y de nuevo quede sola, con unos recuerdos irrepetibles e inolvidables, que me llevaré hasta la cenizas en que me convertiré.

Lola

sábado, 26 de abril de 2014

Ladrón de sábado

Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por la noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e insomne empedernida, lo descubre in fraganti. Amenazada con la pistola, la mujer le entrega todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no se acerque a Pauli, su niña de tres años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la conquista con algunos trucos de magia. Hugo piensa: «¿Por qué irse tan pronto, si se está tan bien aquí?» Podría quedarse todo el fin de semana y gozar plenamente la situación, pues el marido -lo sabe porque los ha espiado- no regresa de su viaje de negocios hasta el domingo en la noche. El ladrón no lo piensa mucho: se pone los pantalones del señor de la casa y le pide a Ana que cocine para él, que saque el vino de la cava y que ponga algo de música para cenar, porque sin música no puede vivir.

A Ana, preocupada por Pauli, mientras prepara la cena se le ocurre algo para sacar al tipo de su casa. Pero no puede hacer gran cosa porque Hugo cortó los cables del teléfono, la casa está muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana decide poner una pastilla para dormir en la copa de Hugo. Durante la cena, el ladrón, que entre semana es velador de un banco, descubre que Ana es la conductora de su programa favorito de radio, el programa de música popular que oye todas las noches, sin falta. Hugo es su gran admirador y. mientras escuchan al gran Benny cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre música y músicos. Ana se arrepiente de dormirlo pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene intenciones de lastimarla ni violentarla, pero ya es tarde porque el somnífero ya está en la copa y el ladrón la bebe toda muy contento. Sin embargo, ha habido una equivocación, y quien ha tomado la copa con la pastilla es ella. Ana se queda dormida en un dos por tres.

Sólo vine a hablar por teléfono

Una tarde de lluvias primaverales, cuando viajaba sola hacia Barcelona conduciendo un coche alquilado, María de la Luz Cervantes sufrió una avería en el desierto de los Monegros. Era una mexicana de veintisiete años, bonita y seria, que años antes había tenido un cierto nombre como artista de variedades. Estaba casada con un prestidigitador de salón, con quien iba a reunirse aquel día después de visitar a unos parientes en Zaragoza. Al cabo de una hora de señas desesperadas a los automóviles y camiones de carga que pasaban raudos en la tormenta, el conductor de un autobús destartalado se compadeció de ella. Le advirtió, eso sí, que no iba muy lejos.
-No importa -dijo María-. Lo único que necesito es un teléfono.

Era cierto, y sólo lo necesitaba para prevenir a su marido de que no llegaría antes de las siete de la noche. Parecía un pajarito ensopado, con un abrigo de estudiante y los zapatos de playa en abril, y estaba tan aturdida por el percance que olvidó llevarse las llaves del automóvil. Una mujer que viajaba junto al conductor, de aspecto militar pero de maneras dulces, le dio una toalla y una manta, y le hizo un sitio a su lado. Después de secarse a medias, María se sentó, se envolvió en la manta, y trató de encender un cigarrillo, pero los fósforos estaban mojados. La vecina del asiento le dio fuego y le pidió un cigarrillo de los pocos que le quedaban secos. Mientras fumaban, María cedió a las ansias de desahogarse, y su voz resonó más que la lluvia o el traqueteo del autobús. La mujer la interrumpió con el índice en los labios.

-Están dormidas -murmuró.

María miró por encima del hombro, y vio que el autobús estaba ocupado por mujeres de edades inciertas y condiciones distintas, que dormían arropadas con mantas iguales a la suya. Contagiada por su placidez, María se enroscó en el asiento y se abandonó al rumor de la lluvia. Cuando se despertó era de noche y el aguacero se había disuelto en un sereno helado. No tenía la menor idea de cuánto tiempo había dormido ni en qué lugar del mundo se encontraban. Su vecina de asiento tenía una actitud de alerta.

martes, 22 de abril de 2014

Solo eso quiero

No ha pasado más que el tiempo, quien se llevó consigo una parte de mi ser. No hallo un camino a seguir, estoy estancada en el tiempo que nunca existió y con un fantasma que mi grita a voz sorda el dolor de un pasado indescriptible, pues todos los detalles han sido olvidados. Marcho creyendo avanzar, en medio de la pérdida del ser y el sentimiento de desolación que fluye por mis venas. Sigo en la búsqueda de mi felicidad, con una sonrisa en la cara y una sombra espiritual. Estoy buscando en medio de la multitud el refugio a un infierno viviente de soledad, ansiedad y penumbra. Solo quiero una luz en medio del túnel que vibra en mi ser; un descanso a esta vida de ensueño donde no soy ni existo en una época sin tiempo. Necesito urgentemente una muerte que me despierte de la vida.

Lola

domingo, 20 de abril de 2014

La muerte

Toda la vida he pensado en la muerte. Es como parte de mi. Aun en los momentos mas felices, siento que la muerte está a mi lado, a la espera de mi alma. No le temo, no le temo a mi muerte, finalmente, ya no sentiré mas. Blasfemaría si dijera que la muerte me es indiferente, mi mayor temor es la muerte de un ser querido. Con valor y esperanza me gustaría decir, quiero vivir, quiero ser feliz, cuando en mi mente solo pasa el momento de mi fin. Cuando mas desesperada me encuentro, lo deseo, ese golpe de muerte, ese puñal en la espalda; aunque una parte de mi, la conciencia o el corazón, que sé yo, me dice, aún no, no es tu momento. Sé muy bien, que es un secreto, el que debo guardar. Sé muy bien que no debo decir nada a nadie. Quien entendería que todos los días de mi vida, me levanto pensando en si es el día. El momento de descansar. No se si es mi misión en el mundo, pero algo me dice, que mi muerte cambiará todo, es como mi huella en el mundo. Una muerte planeada y prematura. Todos dirán que me faltaba aún vida para morir tan joven; lo que ellos no saben es que ya viví lo suficiente, es que mi vida era la muerte. No hay razón, no hay vida, no hay muerte, sin llanto, sin sonrisas. Alguien se alegrará de mi partida, algunos sufrirán, otros estarán en shock, pero solo yo, desde el mas allá, sabré que era lo correcto, sabré que le quite un peso de encima a mis allegados. Solo he sido un problema, mejor es cerrar los ojos, con las manos entrelazadas en el pecho, una sonrisa fingida, y en un ataúd. 
Aún no se como será, si sera un accidente, un infarto, un suicidio, solo se que pasara, en menos de 10 años saludare a mi padre con un fuerte abrazo, alzaré a Miguel ángel, y me sentaré a hablar con mi abuela, quien quizás no con la mejor actitud, me besara y entenderá porque no fui la mejor persona que pude ser. De alguna manera, en algún momento llegará el día de mi juicio, y seré condenada, pero espero de todo corazón que en mi velorio no corran lágrimas falsas, ni llantos blasfemos. Solo quiero que aún con mis parpados cerrados, te acerques a mi con una rosa amarilla, y veas que hasta el último día de mi vida, y en la eternidad de mi muerte, habré deseado haber muerto a tu lado. Nunca existirá nadie más en tu vida, que haya anhelado tu llegada más que yo y nadie te amará como lo hice yo. Mi muerte la proclamaré como una muerte eterna desde el momento de mi nacimiento. Y ahí yacerá la mujer que ningún día habrás conocido.

Lola

domingo, 13 de abril de 2014

La borrachera

Hay que estar siempre borracho.
Todo consiste en eso: es la única cuestión.
Para no sentir la carga horrible del Tiempo,
que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo,
tenéis que embriagaros sin tregua.
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud,
de lo que queráis. Pero embriagaos.

viernes, 11 de abril de 2014

Domingo 16 de Diciembre de 1958

Nada. Pero no es la misma de siempre. Es, hoy, una nada henchida de presagios. Una resignación activa. Estuve pensando que nadie me piensa. Que estoy absolutamente sola. Que nadie, nadie siente mi rostro dentro de sí ni mi nombre correr por su sangre. Nadie actúa invocándome, nadie construye su vida incluyéndome. He pensado tanto en estas cosas. He pensado que puedo morir en cualquier instante y nadie amenazará a la muerte, nadie la injuriará por haberme arrastrado, nadie velará por mi nombre. He pensado en mi soledad absoluta, en mí destierro de toda conciencia que no sea la mía. He pensado que estoy sola y que me sustento sólo en mí para sobrellevar mi vida y mi muerte. Pensar que ningún ser me necesita, que ninguno me requiere para completar su vida. Anoche hice fantasías sobre la inmortalidad. Me pensé destinada a no morir jamás. Me asusté mucho. No. Sólo la muerte da sentido a la vida. Esta verdad ha encarnado en mí. En suma, más que la angustia y la muerte, me preocupa mi carencia amorosa. Todo mi ser es un tenderse a..., temblorosa de amor, ávida de amar y amar. ¿Cómo no lo comprendí antes? ¿Cómo hube de pensar en mi futuro exilando el amor? Esta mano helada lacerando mi presente, esta espada pavorosa que anonada mis impulsos, esta sensación inocua de que todos mis actos son irrisorios como si se desarrollaran en un escenario de cenizas, todo esto, es mi carencia de amor. Ahora lo comprendo, ahora me han iluminado. Ahora sé que no basta desangrarme en la soledad de mi cuarto al amparo del «amor imposible». ¡Oh, y qué poca cosa es! Sí. He confundido literatura y vida. Me sedujo, por un instante, reencarnar a Mariana Alcoforado. Pero ella se desgarraba con razón, a posteriori. Ella vibró, estalló en el amor, en un amor real, concreto, correspondido. No como yo, que parto de la inmanencia, después de la cual sólo hay locura y muerte. Y nadie, nadie más que yo lo podría amar así. La única solución, si solución se la puede llamar, es la aceptación de la realidad. De la realidad toda. Entonces, muchas cosas cambiarán.

Profunda sensación del absurdo. Pensar en la vida en sus innombrables fatigas, en esta reconstrucción cotidiana que hacemos de nosotros. Si por lo menos hubiera una tregua, en la que el tiempo desapareciera —o en la que volviéramos a otro más nuestro— una tregua o temporada de felicidad, a la manera de un obsequio que nos darían por el hecho de existir. Es increíble que la vida toda sea un concierto de angustias que desemboca en la muerte. No niego que todo esto me pone de buen humor, como si estuviera leyendo una excelente comedia.

Alejandra Pizarnik

jueves, 10 de abril de 2014

Soy más que ayer, menos que mañana.

Estoy dañada. Estoy rota. Soy rara. Estoy rara. No existe alma que entienda la tristeza que se esconde en la risa de mi cuerpo. Nadie ha entendido la llama lenta de mi espíritu. Incomprensible. Altanera. Depresiva. Alegre. Una triste vida apuñalada por la realidad. Una agonía eterna. Desahuciada por la sociedad a causa de la diferencia del color de mis sueños. No soporto a aquellos cuyas prioridades son banales. Incomprendida y en el borde del abismo del infierno llamado rutina. Amando a quien me desprecia y despreciando a quien me ama. Río de tristeza. Lloro de alegría. Canto al compás del silencio. Bailo al ritmo del viento. No soy, no fui, no seré. Simple: Cafeína. Sexo. Alcohol. Cigarrillos. Esa puedo ser yo. Una utopía imperfecta. 
Lola

Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero

después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco

yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie

domingo, 6 de abril de 2014

...

En medio de todo. Con la vida casi apagada. La esperanza agonizando. La verdad perdida en la ciudad. Con el sentimiento nostálgico de un tiempo perdido. En medio del silencio vibrante de las voces hilarantes de mi cabeza. Pienso, recuerdo, analizo y finalmente no llego a nada. Cuando estoy a punto de llegar a la verdad, algo súbitamente recibe mi atención, y desenfoco mis pensamientos. Quisiera que la vida fuera emocionante, llena de excitaciones, orgasmos e ilusiones, con un poco de depresiones, crisis y llanto. ¿Porqué sigo creyéndome viva, si hay más vida en el viento, la tierra, el agua, o el fuego que en mí misma?

Lola

Qué sería sin ti que viniste


Qué sería sin ti que viniste a mi encuentro.
Qué sería sin ti sino un corazón durmiente.
Sino esta hora parada en la esfera del reloj
Qué sería sin ti sino ese balbuceo.

De ti aprendí todo sobre las cosas humanas.
Y vi desde entonces el mundo a tu manera.
De ti aprendí cómo se bebe de las fuentes
Cómo del transeúnte que canta, se toma la canción.
De ti aprendí hasta el sentido del estremecimiento.

miércoles, 2 de abril de 2014

Después que me olvidé de ti

Después que me dijiste adiós, después que te marchaste,
tenía que olvidar tu amor para poder salvarme;
a riesgo de perder la fe tenía que encontrar
otra ilusión, otro querer, volverme a enamorar.

Después, yo creo que así fue,
en tí, ya no pensaba en ti.
Logré borrarte de mi ser
y te saqué del corazón por fin.

Y mira en qué problema estoy, buscando tu reemplazo,
que tenga tu color de piel y el fuego de tus brazos,
tus ojos y tu misma voz, todo lo tuyo igual,
porque después que te olvidé te estoy queriendo más.
te estoy queriendo más.

Después, yo creo que así fue,
en tí, ya no pensaba en ti.
Logré borrarte de mi ser
y te saqué del corazón por fin.

Héctor Ochoa
'No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!'
Charles Bukowski

Carta a Diego Rivera de Frida Kahlo

Mi Diego:
Ahora que hubiera dado la vida por ayudarte, resulta que son otras las 'salvadoras'... Pagaré lo que debo con pintura, y después aunque trague yo caca, haré exactamente lo que me dé la gana y a la hora que quiera... Lo único que te pido es que no me engañes en nada, ya no hay razón, escríbeme cada vez que puedas, procura no trabajar demasiado ahora que comiences el fresco, cuídate muchísimo tus ojitos, no vivas solito para que haya alguien que te cuide, y hagas lo que hagas, pase lo que pase, siempre te adorará tu Frida.

lunes, 31 de marzo de 2014

One miracle in a rainy afternoon

La llovizna caía, y yo en medio de la calle arrodillada gritando, la lluvia como siempre había cumplido su objetivo pues la ciudad se encontraba desolada. Sólo se escucha el ruido sordo que las gotas generan al caer en el pavimento. Hoy no hay quien me salve del golpe de la vida, no hay quien detenga estas irremediables ganas de lanzarme a un carro, o quizás a un lago. No se quien soy ni a donde voy, de donde vengo es un misterio y mi futuro lo desconozco; no creo llegar más lejos de lo que he logrado. 

Olvido

Cierra los ojos y a oscuras piérdete
bajo el follaje rojo de tus párpados.
Húndete en esas espirales
del sonido que zumba y cae
y suena allí, remoto,
hacia el sitio del tímpano,
como una catarata ensordecida.

Hunde tu ser a oscuras,
anégate la piel,
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue
el hueso, lívida centella,
y entre simas y golfos de tiniebla
abra su azul penacho al fuego fatuo.

Los besos

No te olvides, temprana, de los besos un día.
De los besos alados que a tu boca llegaron.
Un instante pusieron su plumaje encendido
sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto.

Te rozaron los dientes. Tú sentiste su bulto,
En tu boca latiendo su celeste plumaje.
Ah, redondo tu labio palpitaba de dicha.
¿Quién no besa esos pájaros cuando llegan, escapan?

viernes, 28 de marzo de 2014

Utopías

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías

Cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea

Cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía.

Mario Benedetti

miércoles, 26 de marzo de 2014

Cartas a una desconocida

Cuando pasen los años, cuando pasen
los años y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo sólo sea un hombre que amó,
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!

Niconar Parra

viernes, 21 de marzo de 2014

Un tornado que pasó

- ¿Qué pasó contigo? No eres la misma que conocí.
- ... tu pasaste
- ... lo siento, no quería herirte
- Yo no lo siento, el dolor es el único medio para sentirme viva
- Igual, perdón
- Has sido el más grande error que he cometido. Y aún así fuiste lo mejor que me ha podido pasar.
- Perdiste tu esencia
- Al contrario, me encontré al perderte
- ... lo siento, adiós.

miércoles, 19 de marzo de 2014

No estoy aquí, tampoco allá

Cuando no hay sentimiento en el corazón. Es más fácil hablar con la razón. Cuando nada aflige el alma, es difícil encontrar inspiración. De alguna manera, por algún motivo y en un presente incierto, no encuentro palabras para describir lo que estoy viviendo. Quizás sea nostalgia, combinada con desesperación y alegría. Quizás sea vacío de una existencia sin vivir. Al final del día, el frío de la noche cubre mi ser, me llena de angustia y agonía, rellenando los espacios en blanco de mi vida escondida. Y al despertar de un nuevo día, brilla mi ser de una oscuridad en sinfonía.

Lola

sábado, 15 de marzo de 2014

Sin título...

El desasosiego del vacío implantado en mi, por tu corazón cruel y vil, no ha dejado de distorsionar mi mente, y las imágenes me entran de una forma poco agradable, la percepción se altero desde el momento en el que el chip del olvido lo intentaste pegar a mi, para poder olvidar tu rostro y que así fuera mas fácil la despedida. No contabas con que tu rostro y tu físico no era lo único que recordaba, porque en mis venas ya fluía el veneno mortífero del amor, que sin quererlo corría a mil por segundo en cada parte de mi cuerpo, por lo que ya no era solo mi mente quien te recordaría; sería mi piel, quien anhelaría tus besos profundos en lugares desconocidos para mi. Sería mi corazón, que con cada roce tuyo se paraba un segundo y volvía a latir, renacía de las cenizas en las que se encontraba cuando estábamos separados. Serían mis labios, que encontraron la pieza faltante que complementaba su forma exacta en los tuyos. Serían mis manos, con las que toqué cada célula de ti, las cuales me impregnaron tu aroma. Serían mis pulmones los cuales a través de suspiros se convirtieron en mi mayor herramienta para expresarte mi amor. Sería mi casa, donde cada lugar fue parte principal en la obra de nuestro amor. Especialmente sería mi arte quien me recordara más a ti, porque cada uno de los personajes que interpreté en la cama para ti fueron llevados al escenario, por su furia y su ansías de deseo, un deseo que en sombras escondido anhelaba tenerte en la sabanas...no tuviste nada de eso en cuenta cuanto intentaste pegar a mi el chip del olvido...

Ahora después de tanto tiempo aunque mi piel, mi corazón, mis labios, mis manos, mis pulmones, mi arte, mi casa te recuerde, te extrañe y anhele vivir una tarde como las pasadas junto a ti, sé que no volverás, pero lo más irónico de la historia es que tu rostro ya no lo tengo grabado en mi memoria, al parecer tu chip funcionó, al parecer hiciste de mi vida un fracaso ausente, porque siempre me preguntaré como eras tu, pero cada parte de mi te evoca como si nunca hubieras salido de mi alma...
Lola

Camine perdida...

Volver otra vez a contar mi historia, otra vez perdiendo la paciencia, entrando en ansiedad, perdiendo el camino, volver a aquella vida que antes vivía, vacía, completamente vacía, llena de tanto pero de nada... en la búsqueda de nuevas experiencias me he encontrado viviendo cosas que nunca pensé viviría, y probablemente en unos años no me arrepienta, pero en este momento es lo que atormenta mi ser, me atormenta hasta tal punto de querer volver a ese vacío, un vacío existencial que llenaba soñando con hombres imposibles, soñando como toda niña viviendo una vida de princesa, al lado de su príncipe azul, una vida perfectamente hermosa, pero todos esos sueños siempre se iban al retrete, finalmente llegaba alguien nuevo y volvía a empezar la historia.

Aniversario

Con la necesidad de escribir, me siento hoy....porque en mi interior hay un vacío inmenso...que se llenara con letras y palabras sin sentido, que día es hoy? el di en el que nací, el día en el que vi por primera vez la luz...el día en que me condene...Celebrando mi aniversario me llego de sorpresa un amigo, alguien que me conoce desde hace un poco mas de un año, pero que quiero como si fuera el ultimo!...Llego con flores, y fue bastante emotivo todo, pero cuando me di cuenta, desperté del sueño, lo escuche a el, hablando de su nueva novia, o cuento, la señora es casada, tiene una hija, todavía vive con el esposo pero el esta con ella, las cosas empezaron a doler más cuando el empezó a habar que la pensaba mucho, los fines de semana, y casi todo el tiempo, y ella también le decía lo mismo, fue como un balde de agua fría!...sentí como todo se desmorono :(... y de nuevo caí en la trampa de la soledad...y empecé de nuevo a desearlo, a quererlo....

Lola

Puedo ser lo que me pidas...

Puedo ser lo que tu deseas
puedo ser agua
para tu sed
puedo ser luz
para tu oscuridad
puedo ser calor
para tu frío
puedo ser compañía
para tu soledad...

Seria el mundo entero
si eso te hace feliz
sería lapíz y papel
para tu versos
sería la mujer perfecta
la amante
la amiga
sería tanto...
solo si tu así lo desearás

Puedo ser aire para que respires
puedo ser fuego
para que te calientes
puedo ser la vida
y puedo ser alegría
puedo ser lo que tu quieras
y lo que quieras yo seré

Solo si eso me asegura
que estarás a mi lado
que serás feliz conmigo
y que jamás te marcharás.

Lola

No te gustaría volar, y el mundo entero visitar, hacer un viaje tan irreal que no puedas explicar?

A veces me encuentro soñando despierta, esperando y disfrutando de un paisaje irreal, pero es la única forma que hallo para ser realmente feliz, no encuentro manera en este momento para lograr todo lo que deseo, pero sé que en el futuro lograré encontrar lo que tanto anhelo, y lograré disfrutar lo que en este momento me es imposible alcanzar, no quiero llorar, ni quiero rendirme, aunque hay veces que no encuentro motivo para volar, porque me dejo llevar por el presente sin saber si el horizonte me presente un mejor futuro, y aunque aún no  tenga certeza de esto, la esperanza hace presencia y me recuerda que tengo que seguir volando despierta para poder alcanzar lo que tanto deseo...

Hoy me he encontrado disfrutando de un hermoso paisaje, de llanuras con diferente tonos verdes, con animales, también con pequeñas casas, además pequeñas personitas, aún más que lo normal, jugando al escondite entre el barrial, riendo a carcajadas por una caída en plena escapada, escondiéndose del monstruo que los viene a atrapar para hacer sopa de niños muy particular, con dulces y galletas, masmelos y un ingrediente secreto, que los hace retorcerse a risotadas entre el pastal, la alegría de esos pequeños contagia a sus adultos, que quieren participar en este juego sin igual, lleno de locuras y de travesuras, sin pensar en el que dirán, se arrojan al barrial para continuar con esta función, llena de alegría y de diversión, nadie quiere bajar el telón, porque la vida todavía continua y un mundo entero de sabores y colores espera por presentación.

Aún quedan más paisajes por descubrir...
Lola

A no for answer...

In the abyss of sadness I feel,
you pushed me...
when without pity or mercy
You gave me no for an answer

Three years of misery
are waiting for me...
How do you expect me to continue with my life
if you aren't in there?

Ice teardrops are in my heart
Blood teardrops are in my face
without a beat of my heart
without sense in my life...

I am in a hell
I can't control my life
my feelings
my everything

I'm really sorry
This is my hell
where you hate me...
and I love you...
what a dilema....!

My soul is in danger...
I've given it to damian
and he gave me the power
of see you are suffering....

Lola

miércoles, 12 de marzo de 2014

Violación! Violación!

El médico estaba haciendo una especie de prueba. Consistía en una triple extracción de sangre, la segunda diez minutos después de la primera, la tercera diez minutos más tarde. Ya me habían hecho las dos primeras extracciones y yo estaba dando vueltas por la calle, esperando que pasaran los quince minutos para volver. Allí en la calle, vi que había una mujer sentada en la parada del autobús, al otro lado. De los millones de mujeres que ves, aparece de pronto una que te impresiona. Hay algo en sus formas, en cómo está hecha, en el vestido concreto que lleva, algo, a lo que no puedes sobreponerte. Tenía un cruce de piernas espectacular, y llevaba un vestido amarillo claro. Las piernas terminaban en unos finos y delicados tobillos, pero tenía unas magníficas pantorrillas y unas nalgas y unos muslos espléndidos. Y en la cara aquella expresión juguetona, como si estuviese riéndose de mí, pero intentando ocultarme algo. 
Bajé hasta el semáforo, crucé la calle. Fui hacia ella, hacia el banco de la parada del autobús. Era como un trance. No podía controlarme. Cuando me acercaba, se levantó y se alejó calle abajo. Aquel trasero me hechizó, me hizo perder el juicio. Fui tras ella embrujado por el tintineo de sus tacones, devorando su cuerpo con los ojos. 
¿Qué demonios me pasa? pensé. He perdido el control. 
Me da igual, me contestó algo. 
Llegó a una oficina de correos y entró. Entré detrás de ella. En la cola había cuatro o cinco personas. Era una tarde agradable y cálida. Todos parecían como sonámbulos. Yo, desde luego, lo estaba. 
Estoy a unos centímetros de ella, pensé. Podría tocarla con la mano. 
Recogió un giro postal de siete dólares ochenta y cinco. Escuché su voz. Hasta su voz parecía brotar de una máquina sexual especial. Salió. Yo compré una docena de postales aéreas que no quería. Luego salí apresuradamente detrás. Ella esperaba el autobús y el autobús llegaba. Conseguí entrar detrás de ella. Luego encontré asiento justo detrás. Recorrimos una larga distancia. Ella debe darse cuenta de que estoy siguiéndola, pensé. Sin embargo, no parece incómoda. Tenía el pelo amarillo rojizo. Todo era fuego a su alrededor. 
Debíamos llevar recorridos de cinco a seis kilómetros. De pronto se levantó y apretó el botón. Vi cómo se alzaba su ceñido vestido por todo su cuerpo al estirarse a pulsar el botón. Dios mío, no puedo soportarlo, pensé. 

La última noche del mundo

¿Qué harías si supieras que esta es la última noche del mundo?

-¿Qué haría? ¿Lo dices en serio?

-Sí, en serio.

-No sé. No lo he pensado.

El hombre se sirvió un poco más de café. En el fondo del vestíbulo las niñas jugaban sobre la alfombra con unos cubos de madera, bajo la luz de las lámparas verdes. En el aire de la tarde había un suave y limpio olor a café tostado.

-Bueno, será mejor que empieces a pensarlo.

-¡No lo dirás en serio!

El hombre asintió.

-¿Una guerra?

El hombre sacudió la cabeza.

-¿No la bomba atómica, o la bomba de hidrógeno?

-No.

-¿Una guerra bacteriológica?

-Nada de eso -dijo el hombre, revolviendo suavemente el café-. Solo, digamos, un libro que se cierra.

-Me parece que no entiendo.

-No. Y yo tampoco, realmente. Solo es un presentimiento. A veces me asusta. A veces no siento ningún miedo, y solo una cierta paz -miró a las niñas y los cabellos amarillos que brillaban a la luz de la lámpara-. No te lo he dicho. Ocurrió por vez primera hace cuatro noches.

domingo, 9 de marzo de 2014

Abraza la oscuridad

La confusión es el dios
la locura es el dios
la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte...

La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser
No olvides las veredas,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares,
las cárceles
los suicidios de amantes.

Pájaro Azul

Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres joder
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

Hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

Luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Charles Bukowski

Como ser un buen escritor

Tienes que cogerte a muchas mujeres
bellas mujeres,
y escribir unos pocos poemas de amor decentes
y no te preocupes por la edad
y los nuevos talentos.

Sólo toma más cerveza, más y más cerveza.
Anda al hipódromo por lo menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.

Aprender a ganar es difícil,
cualquier pendejo puede ser un buen perdedor.
y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu cerveza.

No te exijas.
Duerme hasta el mediodía.

Evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.

Acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares (en 1977).

Y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota,
ya sea por buenas o malas razones.

Un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.

Quédate afuera de las Iglesias y los bares y los museos
y como las arañas, sé paciente,
el tiempo es la cruz de todos.

Más el exilio
la derrota
la traición
toda esa basura.

Quédate con la cerveza,
la cerveza es continua sangre.
Una amante continua.

Agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen más allá de tu ventana
dale duro a esa cosa,
dale duro.

Haz de eso una pelea de peso pesado.
Haz como el toro en la primer embestida.
Y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoyevski, Hamsun.

Si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza…
entonces no estás listo, toma más cerveza.

Hay tiempo.
y si no hay,
está bien igual.

Charles Bukowski

lunes, 3 de marzo de 2014

Vida

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas ,
mas también yo decepcioné a alguien

Ya abracé para proteger .
Ya me reí cuando no podía .
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

sábado, 1 de marzo de 2014

Rima LXVIII


No sé lo que he soñado 
en la noche pasada; 
triste, muy triste, debió ser el sueño 
pues despierto la angustia me duraba. 

Noté, al incorporarme, 
húmeda la almohada, 
y por primera vez sentí, al notarlo, 
de un amargo placer henchirse el alma. 

Triste cosa es el sueño 
que llanto nos arranca; 
mas tengo en mi tristeza una alegría... 
¡Sé que aun me quedan lágrimas! 

Gustavo Adolfo Bécquer

Donde quiera que esté mi pensamiento va con el

No he podido dejar de intentar encontrar las razones por las cuales las cosas salieron de la manera en que salieron. Sigo levantándome en la mañana con ese sin sabor en la boca, de sentir que no hice todo lo que pude. Se me escapo entre lo dedos su presencia en mi vida. Aún me replanteo la posibilidad de volverlo a ver, no como la primera vez, sino como ahora es nuestro presente, después de tantas cosas. En medio de todo el alboroto de mis confusiones, recuerdo en pequeños lapsos nuestros momentos, que a veces parecen fantasías, una parte de mi no puede convencerse que yo haya pasado tanto tiempo con alguien, y que realmente haya sentido tanto por alguien. Fue tan efímero en mis recuerdos, que puedo repasar la historia en menos de 5 segundos en mi cabeza, y puedo ponerle el final que yo quiera, como mi cuento de hadas preferido.
Yo se que nunca me hubiera cansado, sé que aunque hubieran pasado mil cosas más, hubiera luchado por estar a su lado, por apoyarlo, por sentir su compañía en la noche. Pero una cosa es bien cierta, nunca voy a obligar a nadie a estar a mi lado....
Aunque ya no lloro, y no me lamento, es en lo único que pienso en cada momento, es mi fiel compañía, su recuerdo me persigue, me acompaña, me aferro a el para no dejarlo en el pasado. Me parece imposible que aquel ser humano que era tanto en mi vida, se convierta en solo un extraño; no puedo concebir que llegue a mi vida alguien más importante que el, es como olvidar ese pasado que tanto me ha marcado. El se fue y eso lo entiendo, no pretendo que vuelva, pero aún, por alguna extraña y maldita razón no he podido aceptar el hecho de que ya nunca más lo volveré a ver.

Lola

Amor Azul



Un regalo de alguien a quien conozco hace dos años...de alguien que me ha apoyado en la distancia...gracias por compartir mi existencia.

Lola

lunes, 24 de febrero de 2014

Sin embargo me muero

De cuando en cuando soy feliz!, 
opiné delante de un sabio 
que me examinó sin pasión 
y me demostró mis errores.

Tal vez no había salvación 
para mis dientes averiados,
uno por uno se extraviaron 
los pelos de mi cabellera:
mejor era no discutir 
sobre mi tráquea cavernosa:
en cuanto al cauce coronario 
estaba lleno de advertencias 
como el hígado tenebroso 
que no me servia de escudo 
o este riñón conspirativo. 
Y con mi próstata melancólica 
y los caprichos de mi uretra 
me conducían sin apuro 
a un analítico final.

Mirando frente a frente al sabio 
sin decidirme a sucumbir 
le mostré que podía ver, 
palpar, oír y padecer 
en otra ocasión favorable. 
Y que me dejara el placer 
de ser amado y de querer:
me buscaría algún amor 
por un mes o por una semana 
o por un penúltimo día.

El hombre sabio y desdeñoso 
me miró con la indiferencia
de los camellos por la luna 
y decidió orgullosamente 
olvidarse de mi organismo.

Desde entonces no estoy seguro
de si yo debo obedecer
a su decreto de morirme
o si debo sentirme bien
como mi cuerpo me aconseja.

Y en esta duda yo no sé
si dedicarme a meditar
o alimentarme de claveles.

Pablo Neruda

Soneto LXVI

No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero 
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero, 
te odio sin fin, y odiándote te ruego, 
y la medida de mi amor viajero 
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de enero, 
su rayo cruel, mi corazón entero, 
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero 
y moriré de amor porque te quiero, 
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.

Pablo Neruda