miércoles, 20 de agosto de 2014

20 de Agosto de 2014

Me he rehusado a escribir, quiero evitar hacerlo porque se que ya no lees, porque sé que aunque hoy hace un año estábamos felices tomando malteada y leyendo poemas, no recordarás nada. Hoy quisiera hacer honor a tu memoria, pero por Dios, este Blog se convirtió en el único canal para hacerte llegar algo, para recordarte que aún estoy acá, amándote, pero no como antes. Ahora te amo libre, te quiero libre, me amo libre. Te amo en un pasado que no es y no será. Entiendo que ya no quieras saber de mi, que no venga con mi mierda a estorbar tu camino, y ha perdido el sentido de escribir acá, bueno...de escribir.

Sin embargo, estúpidamente yo aún te pienso, inevitablemente todos los malditos días, te recuerdo, y no es que me muera por volver, ni por hacerte volver, porque lamentablemente tu no me quieres y nunca lo hiciste, y bueno, yo solo quiero tener a quien querer. No estamos hechos para estar juntos, pero cuanto hubiera dado por que así fuera, y me maldigo, porque la vida es larga y en lo más profundo de mi corazón tengo la esperanza que en algún momento estemos para estar juntos, para amarnos o al menos encontrarnos después de la muerte, y recordar porqué en algún punto decidimos estar juntos, y pasar tan buenos momentos.

Hoy hace un año te miraba y me decía a mi misma, es imposible que yo tenga novio! Que sea tan lindo! Que me toque a mi! Que sea a mi a quien se entrega en las noches! A quien él piensa! Me sentía tan afortunada.... No lograré nada con recordar. Sólo se me oprime el corazón y por mi bien lo mejor es no volver a escribir de ti, ni a ti, ni de nosotros. Año y medio. Año y medio que llevo viviendo una fantasía. No vale despedirme, porque hace rato no nos saludamos. Un abrazo gigante, y muchísima mierda en tu vida.

Lola

Cada vez que alguien muere

Cada vez que alguien muere
por supuesto alguien a quien quiero
siento que mi padre vuelve a morir
será porque cada dolor flamante
tiene la marca de un dolor antiguo

por ejemplo este día en que ningún árbol
está de verde y no oigo los latidos
de la memoria constelada
y un solo perro aúlla por las dudas
vuelve a meterme en aquel otro
interminable en que mi padre
se fue mudando lentamente
de buen viejo en poca cosa
de poca cosa en queja inmóvil
de queja inmóvil en despojo

Mario Benedetti

Teoría de conjuntos

Cada cuerpo tiene
su armonía y
su desarmonía.

En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa.

En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.

Mario Benedetti

jueves, 14 de agosto de 2014

Un maldito día más!

Y ahora estoy perdiendo el maldito sentido que le encontraba a las palabras, ahora donde no tengo la posibilidad de regresar a esa época de mi vida, en la que en algún momento le encontraba sentido hasta a sonreír, es ahora donde me abandono al placentero derecho de dormir, de cerrar los ojos y creer que en algún universo paralelo he sido feliz, y es triste tener que despertarme agotada, con las ojeras puestas, con la cabeza revuelta, a enfrentarme a un mundo en el que todo es salvaje, la ciudad en la que vivo es una selva, y lo único que diferencia a los seres humanos de los animales es su maldita necesidad de cubrirse de trapos que consideran el reflejo de su personalidad, su necesidad de distinguirse y su pajazo mental de ser únicos e irreemplazables. Si, me levanto todas las mañanas con las ganas de haber muerto esa noche, de dejar este cuerpo insano que me obliga a comer, que me obliga a ir al baño, hasta me obliga a sufrir.

martes, 15 de julio de 2014

Ausencia

A esa época de mi vida la llamaré ausencia, una falta de mi misma, y de todo lo que me hacía feliz, aunque a esas alturas nunca supe descifrar que me hacía feliz. Solo buscaba situaciones que me hicieran sentir algo, lo que fuera, no importaba si sufría o reía, lo importante era sentirme viva. Me encontré a mi misma en lugares inexplicables con personas desconocidas, en situaciones bizarras. De un momento a otro hacía citas a ciegas, o me encontraba caminando sola por la autopista, podía dormir medio día, o sencillamente llamar a aquel a quien tanto odié para que me hiciera compañía en la noche.

Sólo estaba desesperada por llenar ese vacío existencial, quería mantenerme ocupada, no quería recordar que todas las mañanas hacia un esfuerzo sobrehumano por levantarme de la cama. Era ver mi vida desde lejos, era ver la manera tan rutinaria con la que yo existía. Mi alma estaba ausente; solo me importaba llegar a casa y dormir, y volver a la rutina de siempre.

Hasta el sufrimiento y el dolor que tanto me habían abrumado, se habían convertido en costumbre, porque de hecho ya todo había perdido importancia para mi, un amanecer, o un cigarrillo, daba lo mismo. Al final del día nada cambiaba, todo permanecía constante. Hasta ese desamor que tantas lágrimas me había sacado era un recuerdo que se lo estaba llevando el viento; veía a ese hombre a quien tanto había querido, y lo único que podía sentir era lástima.

miércoles, 9 de julio de 2014

Memoria del pasado

Escribo sentada en el comedor, realmente no entiendo porque se me es imposible dormir con el. Lo quiero, lo aprecio, pero es como si el dormir fuera sagrado para mi cuerpo, para entregarlo tan fácilmente. Nos une, la misma razón que me ha unido a todos los hombres de mi vida, el sentimiento de soledad. Quizás el busca compañía en mí, aceptación, un refugio a su infierno andante; yo busco en el, de alguna manera olvidar las sombras de mis anteriores vidas, quitarme de la piel la memoria de sus huellas, las del otro, las del amor furtivo y perdido. El ha encontrado en mí un objeto para amar, sabe que me puede manejar, me puede llevar a donde quiera, le sigo en sus locuras y aún en mis ojos encuentra un destello de ilusión, a pesar de que a mi alma le pesa el existir.
Sí, es un buen hombre, con muchos defectos, especialmente con un corazón temoroso a ser herido; pero fue la salvación al pozo al que se estaba conduciendo mi vida, y por eso, más que por otra cosa, aún accedo a verlo, accedo a abrazarlo, lo rodeo con mis brazos y le hago sentir que la vida vale la pena, que amar no es pecado; aunque sé que eventualmente la oscuridad de mi alma abarcara todo mi ser y me será imposible esconder este sentimiento de tristeza y ahogo. Mientras llega ese momento, solo quiero correr a su lado, reírnos de bobadas, pelearnos por tontadas, permanecer despiertos hasta altas horas de la noche sacándonos de la cama, disfrutar de manera ausente unos recuerdos que buscan reemplazar de manera inútil esos, que tantos insomnios me han causado.
Pretendo en medio de todo creer que podré reemplazar la memoria del ausente con el del presente, creer que no serán los únicos recuerdos de mi vida, y que podre compartir con mas personas esos momentos que yo creía especiales. Escribiendo esto, se ha despertado y me ha llamado a dormir en su regazo, no puedo rechazarlo pues heriría su orgullo, me limitare a abrazarlo en la oscuridad, y a esperar que en algún punto pueda quitarme el insomnio que me impide olvidar la memoria del pasado.

Lola Alvarez