A través del tiempo vamos recordando el hecho de ser humanos perdidos en un mundo de mentiras, defendiendo lo que antes odiamos, viviendo una vida llamada por nosotros "ideal", hasta que sin darnos cuenta vamos perdiendo el rumbo de nosotros mismos, y perdemos las agallas de encontrarnos llevándole la contraria a la sociedad, temiendo tanto al fracaso que dejamos nuestros sueños se escapen de nuestras manos, a esa sociedad me dirijo, aquella que nos impone una regla inquebrantable: "no ser diferentes"; esa regla que todos en el intento por romperla, intentando ser diferentes, fracasamos, y volvemos a la monotonía de la uniforme sociedad.
En ese desesperado intento me encuentro yo, en ese intrínseco sentimiento me hallo absorta, hundida, ahogándome, peleando con uñas y garras para salir de lo común, lo simple y banal, y a pesar de estar en la lucha me he dejado llevar por los tristes y patéticos pensamientos de querer parecerme a ellos y ser aceptada para no sentirme aislada por esa sucia sociedad, que sin piedad ni misericordia me ha juzgado desde el primer llanto emitido, desde el momento en el que percibieron la diferencia de la revolución contra lo conservador en mí, desde ese momento me he encontrado encrucijada por ser quien reina en mi interior.
Dos personalidades diferentes, la que soy al lado de ellos y otra, quien soy en soledad, esa persona que sin tenerle miedo a nada ni a nadie dice lo que piensa y hace lo que quiere sin preocuparse por los demás; sin embargo aquella otra mujer dentro mío, aquella que quiere ser un chivo más en la linea, uniformada con falsedad y vomito verbal, aquella que hace lo imposible por seguir las normas ha vencido en la mayoría de mi tiempo terrenal, por ella estudio lo que no deseo, por ella me trago las palabras y los sentimientos que me generan esas despreciables personas, por ella, solo por ella he seguido caminando a través del camino mostrado por la sociedad, me he auto castigado por ser quien en realidad soy, he perecido hambre para encajar con la mujer perfecta que ellos quieren que sea, y aunque me duela, por ella he conseguido la mayoría de "amigos" a mi alrededor; con la patética excusa de no sentirme sola, y de sentir compañía a mi lado, pero constantemente me replanteo el concepto que tengo de compañía, porque esas personas no me conocen, conocen a la mujer chistosa, sonriente, la que no pelea, la que los hace reír, y cuando le dan una cachetada muestra la otra mejilla, además en algún momento de necesidad emocional ninguno está ahí, el patrón a través de mi vida ha sido ese, nunca están ahí, nadie está ahí, y he ahí mi dilema, compañía involucra soporte físico y emocional o sencillamente son personas que encontramos en el camino, y que te hacen reír pero no feliz...probablemente estaremos solos durante todo nuestro camino, ya sea el impuesto por la humanidad o el que por convicción escogimos, probablemente, y lo cito así porque no concibo la idea de permanecer sola por el resto de la vida, probablemente el ser humando nace solo, vive solo, y muere solo, posiblemente ese sea el ciclo de la vida, podemos toparnos con personas, muchas personas que te dejen lecciones y se vayan, y aunque las quieras a tu lado por siempre, a lo largo de nuestro paso por el mundo los únicos que permaneceremos constantes somos nosotros mismos, tal vez a través del tiempo cambiemos, cambiemos de sueños, de ideales, de pareja, ese sea el ciclo de la vida, el cambio, pero nuestra esencia permanecerá, aquello que nos hace nosotros siempre estará ahí....
To be continued...
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