lunes, 9 de diciembre de 2013

A love story... Part 2

Hubo noches donde tenía su cuerpo encima mío, y no lograba conectarme, lo intenté, pero casi siempre lo sentía lejano, estuvimos en el constante intento de unirnos emocionalmente, de vibrar nuestros cuerpos y nuestras almas; tuvimos siempre una gran atracción, pero como bien se sabe, la mujer necesita un afecto y una emoción para lograr una gran conexión, por lo que aunque intente convencerme, sé que siempre me sentí incompleta y triste, sola y rechazada; pero quería quererlo y ponerlo por encima mio, me obligué a amar, porque quien no conoce el amor no sabe lo que es vivir, o eso dicen todos, me obligué a perder mi dignidad, me obligué a sufrir porque creía quererle, pensaba que sin el la vida ya no era, me obligué a sentir un vacío inexistente después de su partida, sabiendo en lo más profundo de mi ser que el no había hecho la diferencia, era igual a todos a quienes yo había amado, y me había hecho aún más daño de lo que yo quería creer.

Abrió mis ojos a lo desconocido, me hizo ver aquello que mis ojos no veían, y me sentía plena en medio del dolor, quería estar bien, porque era lo que había pedido por tanto tiempo, y lo aproveché, vivimos esos momentos irrepetibles, esos recuerdos que aún me llenan; aún recuerdo el latir de su corazón, el roce de sus dedos sobre mi piel, su aroma y su misma vida, aún lo recuerdo como si fuera ayer, ese caminar particular, esa mirada vacía, la textura de su espalda, el sabor de su piel, el olor que de su sexo emanaba, todo, aún lo recuerdo, y cuando pienso en el ser que ahora es, un completo desconocido, me doy cuenta que al que quiero es al que era en aquel entonces, ese personaje que me alzaba en medio del baile, me abrazaba, me hacia reír, ese hombre que aún amo, pero ese murió y con el mis sentimientos.


Si soy objetiva y dejo a un lado todos mis sentimientos, fui muy feliz, pasé por momentos inolvidables, conocí otra manera de vivir, fue una maravillosa experiencia y una buena lección; acompañamos nuestras soledades y tengo que admitirlo tenía que terminar, pues aún recuerdo todas las noches en que me acostaba sollozando en medio de la oscuridad, porque no me sentía amada, porque me sentía incompleta, no dormía bien, no puedo decir que ahora lo hago, pero era una carga emocional muy fuerte, vivíamos en medio de peleas, yo estaba cansada y eso se notaba, le  discutía por cualquier cosa y me convertí en la mujer que tanto había criticado en el pasado.

El destino obra de diferentes maneras, no sé a el en que le afecto mi presencia en su vida, lo que si sé, con total seguridad es que su llegada a mi vida fue, en medio de la ceguera en que nos deja el amor, un golpe de la realidad, fue esa necesidad de amarme, y saber que tengo amor para dar, no estoy tan dañada. Como todas las personas soy imperfecta y mi lista de defectos es interminable, pero esta es quien soy, lo que le puedo ofrecer a alguien no tiene valor, y este corazón que aún cansado de ser lastimado podrá reponerse y seguir andando. Sé que haberme encontrado con ese hombre era mi destino, en un futuro, cuando lo sepa, les diré porque.

To be continued...
Lola

1 comentario:

  1. Waaa!! Que mensaje del alma!!! Realmente resaltan tus sentimientos... Espero que en el futuro me digas el porque tenias que encontrarte a aquel hombre así... en esta etapa de tu vida.. Lo esperare!!!

    ResponderEliminar