jueves, 19 de junio de 2014

Cerrar con llave

A veces es necesario finalizar una etapa de tu vida que solo te ha traído dolores de cabeza, es necesario, cerrar heridas que reabriste para dejar volver a entrar a alguien a tu vida. Cometer los mismos errores cometidos, y aun así querer enceguecerse para no sufrir tanto; lamentablemente, aunque así no lo quiera, ya no hay venda, ya todo lo que sucede se ve como es, sin adornos y ese es el impulso necesario para terminar algo que predeciblemente terminaría mal. Si, he perdido de nuevo, si, me ha dolido otra vez, pero tengo la conciencia tranquila, tengo la certeza que ha sido la mejor decisión que he tomado en dos años, no me he sentido tan refrescada, tan libre, en mucho tiempo. Espero tener la fuerza necesaria para no volver a abrir ese pequeño cuarto que guarda cada uno de lo recuerdos, que podrían doler demasiado. Sé que esta ahí, sé que le debo mucho a el, pero merezco mucho más que un pequeño cuarto, oscuro, lleno de moho, sin ventanas donde el único rayo de luz es aquel que desprende una pequeña vela, con una luz singular pero muy poco perceptible, tengo que abrir más puertas, empezar nuevos ciclos, mirar adelante y confiar en el porvenir.
Una vez lo logré, salí de los escombros, resurgí de cenizas, y aunque mi error fue volver a abrir las puertas de mi vida, era un paso necesario para que fuera yo la que tomara la decisión de cerrar este capitulo y no fuera obligado. Aún así agradezco todo, y no quitaría ni una parte de mi experiencia, la amo con cada uno de sus detalles y soy feliz de haberla vivido. Pero es momento de seguir adelante, el pasado me llamó y no tuvo nada nuevo que decirme.

Es necesario dejar el espacio libre de mi corazón, arreglar el próximo cuarto, abrir las ventanas, decorar mi alma, sentirme cómoda en él y ahí si cuando todo esté en orden, esperar al próximo inquilino.

Lola Álvarez

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