Mis afectos son diversos, y mi corazón es disperso. Mi atención es variada y mi distracción fija. Me dura una ilusión menos de dos semanas. Me aferro al pasado, le temo al futuro. Espero, añoro, sueño, callo, grito...soy un mar de confusiones. Con el paso de los años, disminuye mi emoción por cumplir años. Estudio el pasado, y el presente. Comparo situaciones y experiencias. Finalmente llego al mismo sitio, y es que a pesar de tantos tropiezos, no he aprendido la lección. La conclusión del día es que volveré a caer en la tentación de amar, de odiar y finalmente de olvidar. Es un círculo que solo se romperá cuando sea feliz en soledad...
Lola
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